MÍSERES

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Un desconcertado niño, Jacinto, llega a un extraño pueblo situado en las cumbres de una sierra, Míseres. El lugar llevaría casi un siglo abandonado si no fuera por un hombrecillo que aún reside ahí.  Zeferdino, que es como se llama el hombrecillo, le explica que Míseres se construyó en lo alto de las montañas porque los colonos tenían la esperanza de no sufrir así las consecuencias de una terrible epidemia que diezmaba la población del país. Pero como había tan poco espacio allá arriba, no podían desperdiciarlo en calles o plazas, por eso todas las casas se comunican una detrás de otra. En Míseres nadie puede tener secretos...