Antonina Canyelles

Nus baixant una escala

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Antonina Canyelles baja una escalera, baja completamente desnuda de la mano de su padre, una escalera de piedra viva, sin barandillas, una escala austera que baja hacia la oscuridad, quizás hacia una especie de luz cegadora, una escala que entra en una cueva insondable y última, un ingreso en el manicomio, en el epicentro de la tierra, la desnudez más absoluta del ser, el final del trayecto.

Antonina Canyelles nunca ha formado parte de la fila india de la cultura catalana. Ha hecho camino y obra sola, como ha querido y cuando ha querido, con criterios estrictamente de sentimiento personal, de creación literaria. Sus poemas afilados navegan entre la realidad y la impostura, los empuja una combinación de virtuosismo e irreverencia. Su voz y mirada únicas la convierten en una de las poetas imprescindibles del panorama literario catalán.

Fuente: el editor